Leyendo la interesante investigación de Pablo Alabarces y su grupo de trabajo en “Crónicas del aguante. Fútbol, violencia y política”, encontramos una creativa y genial conclusión sobre una expresión tradicional del discurso de las hinchadas del fútbol argentino.
En el tercer capítulo del libro, el autor se dedica a desmenuzar minuciosamente los diferentes componentes que hacen a la construcción simbólica del público futbolero incluyendo en su clasificación a barras bravas, hinchas militantes y espectadores. Destaca, en el discurso de las barras, la intención de resaltar constantemente la masculinidad y la homofobia como elementos superlativos: el “tenemos huevos” y los otros son “todos putos” son claros ejemplos de ello.
Hasta ahí, todo sigue la lógica de lo que oímos domingo a domingo en las tribunas, pero he aquí la graciosa contradicción discursiva: